corona

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martes, 9 de marzo de 2010

imaginario transmutado



Mis inicio en la investigación de creencia local como expresión
Desde el año 2000 he venido realizando una serie de trabajos sobre investigaciones e interpretaciones personales sobre Maria de la Onza, me veo en la necesidad de hablar y expresar de mil formas las visiones y la creencia local y urbana con respecto a los mitos y leyendas de Yaracuy. De esta manera poco a poco el ambiente de mi oficio, se ha entrelazado con elementos llenos de azar místico. BUSQUEDA DE UN ROSTRO Maria de la Onza, realizada en yeso ,1000 piezas por día, para ser distribuida al nivel nacional e internacionalmente como un icono mundial lleno de creencias, un producto que vende y promete” fe”. Esta es la rutina de una de las mayores fábricas de imágenes religiosas del estado Yaracuy entre tantas. Este busto es la principal imagen de referencia de la reina María de la Onza. Parto de este elemento en serie al nivel industrial y lo traslado a otros lenguajes, que inmediatamente se inicia un juego lleno colores, visiones, relatos, miedos, cultos, texturas, fotografías, telas, plásticos etc. A partir de allí empieza una búsqueda, y el rostro de la Reina María de la Onza se convierte en un collage con una variedad de materiales que reflejan la inquietud de encontrar una identidad que se transmuta con la comunicación, con las La intitulada serie heterotópica de pinturas que conforma esta muestra determina una apuesta por una pintura “impura”, abierta y porosa a la influencia de otros medios. En el origen de esta serie se encuentra mi curiosidad por el mundo, mi inclinación por una cierta filosofía, mi fascinación por las imágenes y la utilización del medio pictórico como crisol, como aglutinador de estos estímulos e intereses diversos, óptimo para la manifestación de las sutilezas que se acumulan en los intersticios de lo obvio. En un plano mas concreto, hay en la génesis de estas pinturas una radical asunción de la imagen como referente y como límite. Esta “rareza” de la imagen congelada se hace evidente, se hace “visible” en la imagen pintada: la pintura “subraya”. Observo que es en este tránsito cuando las paradojas se cuelan en estos círculos para transformar la naturaleza de la imagen (que es la misma pero ya no es la misma). En el proceso de convertirse en pintura, las paradojas se instalan entre las capas de pigmento y rarifican y enriquecen la imagen. Este segundo grado de la imagen tal vez no sea mejor que su referente pero seguramente “es más”. (Tal vez podríamos hablar de la imagen multiplicada por la pintura). Estas pinturas son singularidades altamente paradójicas. Son imagen y son materia.